Binomio
Fantástico
Un Binomio Fantástico surge cuando dos
conceptos son tan lejanos uno al otro, que para lograr establecer una relación
entre ellos tenemos que poner a trabajar todo nuestro ingenio. La distancia es
necesaria para que la aproximación resulte insólita, la lejanía hace que la
imaginación deba trabajar para generar un ligamento que construya una relación
entre ambos, un conjunto fantástico donde pueden convivir. Las historias surgen
de binomios fantásticos, porque una palabra sola no “actúa” hasta que no se la
pone en relación con otra que la hace reaccionar, que la obliga a salir de su
camino habitual, a formar nuevos significados. Asimismo, una investigación que sea innovadora, siempre
explora las relaciones entre cosas que parecen inconexas, así se ha llegado a
grandes descubrimientos de la humanidad.
El Método
1. ¿Cómo se construye un Binomio
Fantástico? Como ya vimos, existen muchos binomios lógicos que no sirven para
nuestro objetivo. Lo que estamos buscando en esta etapa son pares de palabras
lo más diferentes posibles una a la otra. Por eso, se deben evitar pares donde
los conceptos sean fácilmente relacionables, como serían las parejas de
opuestos (cerca-lejos), las palabras que pertenecen a un conjunto (amarillo y
rojo – conjunto colores), o los términos relacionados por su uso (pie-caminar).
Una buena manera de construir un binomio
fantástico es al azar. Por ejemplo se puede pedir a dos alumnos que cada uno
escriba una palabra en un papel, o poner el dedo sin mirar en una revista y
construir el binomio con las parejas que salgan. ¿Qué actividad se le ocurre a
usted para hacer un binomio fantástico?
2. Proceso de extrañamiento y asociación:
Una vez que ya hemos elegido el binomio, por ejemplo tortuga-botella, vemos que
los conceptos elegidos se desarraigan, salen de su contexto, llegando a uno
nuevo e inédito y pierden en cierta medida las facultades que les son propias
pero ganan las infinitas posibilidades de su conexión con otro que parecía
totalmente ajeno. El proceso de extrañamiento consiste en intentar ver cada
elemento del binomio como si fuera la primera vez, como si fuéramos marcianos y
nunca hubiéramos visto algo como esto, no supiéramos para qué sirve, ni de qué
está hecho, y luego describirlo hasta el más mínimo detalle. Es muy importante dejar por escrito esta
descripción. Una vez que tengamos cada elemento descrito por separado, viene un
proceso de asociación y comparación, que se ejerce no con el objeto o concepto
completo, sino entre las características en estado “puro”. Esto permitirá
establecer conexiones inéditas que difícilmente hubiéramos podido realizar
viendo el objeto en su totalidad.
Gracias a las características descubiertas,
se pueden establecer asociaciones libres:
-
Como la tortuga tiene caparazón curva y puede nadar, y la botella
también es curva y puede flotar, en la superficie del agua pueden verse
parecidas.
-
Al ser transparente, la botella en el mar se ve verde igual que la
tortuga,
-
Etcétera.
Ejemplo de cuento: “Había una vez un
tortugo que estaba nadando en el mar. De repente, vio a la tortuga más linda
del mundo. En vez de ser arrugada como él, brillaba con el Sol, y se dejaba
llevar por las olas como si estuviera bailando. Se acercó a conversar, pero la
linda tortuga no le contestaba...”
Ejemplo investigaciones: A partir del
cuento inventado, o de las asociaciones hechas con anterioridad, los alumnos se
pueden hacer las siguientes preguntas;
¿Por qué flotan las cosas? ¿Por qué las
tortugas son rápidas nadando y lentas en la tierra? ¿Qué son los colores, por
qué hay cosas transparentes? ¿Qué hace que las cosas sean brillantes u opacas?
Etcétera.
3. Estructura Sugerida: Muchas veces,
incluso cuando ya se han establecido conexiones ingeniosas entre los elementos
del binomio, es difícil establecer un desarrollo de la historia o
investigación. A continuación, aparecen una serie de preguntas que sirven para
guiar las ideas de manera coherente.
Introducción:
-
¿Quién era?
- ¿Dónde estaba?
-
¿Qué estaba haciendo?
Desarrollo:
-
¿Para dónde fue?: Lo pone en movimiento, lo aleja (o desarraiga) de su
contexto para que pueda
descubrir cosas nuevas, asociarse a otros
conceptos que le son ajenos. En resumen, el movimiento genera acción.
-
¿Con quién/qué se encontró?: De esta forma se introducen nuevos
personajes o situaciones.
-
¿Qué le dijo/hizo?: Se establece un diálogo o interacción entre los
personajes.
-
¿Qué le respondió?: En este punto el diálogo puede seguir, surgiendo
nuevas situaciones.
Final:
-
¿Qué pasó al final?: Puede suceder que en este punto no se nos ocurra
con qué terminar el cuento, por eso es importante volver a revisar lo que
anotamos en el proceso de extrañamiento, en el cual ya establecimos
-
conexiones que serán útiles para cerrar o amarrar el final. Durante todo
el proceso el profesor debe ser un guía en la toma de decisiones.
Es
importante señalar que esta estructura de preguntas, tal como lo indica en el
título es sugerida. Por lo tanto es tan flexible y libre como se quiera, y se
abre a las infinitas posibilidades de la fantasía e incluso el absurdo. Además,
el proceso puede iterarse o repetirse cuantas veces se quiera, ampliado las
posibilidades. Por último, podemos decir que el binomio es la base de la
creación, sin embargo, se pueden introducir muchos más elementos, estableciendo
así polinomios fantásticos, aumentando la complejidad y multiplicando las
posibilidades de creación.
Lo
interesante es que mi historia, es el resultado de las respuestas a una serie
de preguntas que conozco y que yo mismo me planteo. Pero, más importante aún,
es darnos cuenta de que si somos capaces de crear (lo que sea), en base a un proceso
que dominamos, entonces se produce un fenómeno notable, el fenómeno de la
Metacognición. Es decir, no solamente conozco, sino que voy más allá, entiendo
como llegué a un resultado y por lo mismo puedo repetir y mejorar el proceso
cuantas veces quiera. Por fin comenzamos a vislumbrar la magnitud de este
método, que al principio puede haber parecido una diversión sin importancia: lo
que le entregamos a nuestros alumnos es un método de pensamiento. ¿Y qué puede
ser más relevante para un profesor que enseñarle a sus alumnos a pensar por sí
mismos?
Transformando historias
Los niños a veces son conservadores en
cuanto a historias se refiere. Las quieren volver a escuchar con las mismas
palabras de la primera vez, por el placer de reconocerlas y de aprenderlas con
su secuencia y experimentar las emociones en un orden: sorpresa, miedo,
satisfacción…Tienen necesidad de orden y reafirmación. A veces no debemos
salirnos demasiado bruscamente de los carriles. Puede pasar que al principio el
juego de transformar las historias les enfade y les haga sentirse en peligro.
Es importante saberlo jugar en el momento justo.
- Había una vez una niña que se llamaba
Caperucita Amarilla.
- ¡No, Roja!
- Ah, sí, Roja. Pues, su papá la llama y…
- Que no, que no era su papá, era su mamá.
- Es verdad. La llama y le dice: ve a casa
de la tía Rosita…
- ¡Ve a casa de la abuelita; le dijo, no de
la tía!
- …
Caperucita roja en helicóptero: partiendo
del cuento clásico, por ejemplo, de Caperucita Roja, se identifican algunas
palabras clave: “bosque”, “lobo”, “flores”, “abuela”, “niña” y la sexta palabra
es la que rompe la serie: “helicóptero”. Se puede hacer lo mismo con diferentes
cuentos. ¿Qué pasa si se añade una nueva palabra a la historia?
Los cuentos al revés
Invertir los cuentos tal y como se conocen.
Por ejemplo: Blancanieves no se encuentra a 7 enanitos sino a 7 gigantes. ¿Cómo
sigue la historia? Es aplicar la técnica de la inversión a un cuento.
Qué ocurre después: Una vez terminado el
cuento se pueden inventar muchos finales distintos o bien cambiar el que ya
existe y añadir más alternativas o una continuación.
Ensalada de cuentos
La Ensalada de cuentos consiste en mezclar
los personajes y acciones de distintos cuentos formando uno solo Por ejemplo:
Caperucita se encuentra a Pulgarcito y a sus hermanos…
Gianni
Rodari
El nombre de Gianni Rodari significa mucho
para niños y educadores de todo el mundo por la riqueza y la relevancia de su
obra, una de las más importantes de la literatura infantil del último siglo.
Italiano, nacido en la localidad piamontesa de Omegna el 23 de octubre de 1920,
fue maestro, periodista, escritor y pedagogo.
Sus primeros escritos para niños -retahílas
humorísticas, coplas y cuentos cortos fantásticos- aparecieron en el periódico
milanés L’Unitá (del que Rodari fue primero cronista, luego redactor jefe y
enviado especial) a partir de 1948. El entonces director del periódico le animó
a realizar un dominical de corte infantil, del cual surgieron dos obras con
posterioridad: El libro de las retahílas (1950) y Las aventuras de Cipollino
(1951).
Y es que si algo caracteriza la obra de
Gianni Rodari es el buen uso del humor y la fantasía entusiasta que la
envuelve, sin obviar una cierta visión crítica de la sociedad.
En la década de los 50 pasó de un periódico
a otro, y siguió escribiendo textos que gustaban tanto a grandes como a
pequeños, e iniciados los años 60 comenzó a recorrer las escuelas italianas,
donde, a través del contacto directo y la interacción con los niños mientras
leía sus cuentos, observó las reacciones de su audiencia y tomó notas para
tratar de averiguar la técnica correcta a la hora de crear buenas historias. De
estas anotaciones y de dicha experiencia nació una de sus obras principales,
Gramática de la fantasía: introducción al arte de inventar historias (1973):